miércoles, 28 de octubre de 2015



Conquista espiritual y militar

La conquista espiritual se dio casi a la par que la conquista militar, pues Cortés llegó a México acompañado por un sacerdote católico: Juan Bartolomé de Olmedo. Desde entonces la iglesia fue protagonista en el país. Después, en 1523, llegan tres franciscanos: Juan de Ahora, Juan de Tecto y Pedro de Gante. Los dos primeros fallecen en la expedición de Las Hibueras, iniciando Gante su tarea en Texcoco.
En 1524 aparecen los franciscanos llamados “doce”, un grupo conformado por frailes como Martín de Valencia y Toribio de Benavente. En el año 1526 llegan los dominicos, los agustinos lo hacen en 1533 y los jesuitas en 1572. Siguiendo la estela de los conquistadores, todas las órdenes se expandieron por el territorio.

El teatro de evangelización

Es conocido que a los indígenas les gustaba hacer representaciones en las festividades de su religión. Esto inspiró a los misioneros, ya que pensaron que éste era el medio más seguro para la enseñanza de la doctrina que los frailes profesaban.
Los frailes se aprovecharon de los escenarios que los indígenas tenían para las representaciones prehispánicas. Los actores que participaban eran las personas del pueblo y de la iglesia. Incluso los papeles femeninos eran interpretados por muchachos.

Lenguas nativas

Las obras fueron escritas generalmente en lenguas indígenas. La primera obra en la Nueva España fue la representación Del fin del mundo en 1533, hecha por el Fray Andrés de Olmos en Santiago Tlatelolco. En el año de 1538 se presentaron en Tlaxcala obras como La anunciación de la Natividad de San Juan Bautista y La Anunciación de Nuestra Señora.
La imagen que dejaron los primeros frailes, cuando se dedicaban a enseñar y difundir el Evangelio, fue la de hombres estudiosos y abnegados. Esta imagen se refuerza gracias a una de las cartas que Cortés envió a los reyes de España, en la que rectificaba su petición de que debían enviar obispos, pues debido a las circunstancias, creía que era mejor que los frailes siguieran llegando, ya que los obispos no dejarían sus costumbres de disponer de bienes.
Puede afirmarse que los frailes lograron lo que quizá no se habría conseguido con las armas.

CULTURAS PREHISPANICAS QUE INTERVINIERON EN LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Se suele considerar que el Posclásico fue una época dominada por pueblos guerreros y sanguinarios que causaron la ruina de las culturas clásicas, característicamente pacíficas y entregadas a la religión. A la construcción de este arquetipo contribuyó de manera notable Román Piña Chan. Sin embargo, como señala López Austin en El pasado indígena, el belicismo también estuvo presente en los periodos anteriores, especialmente entre los mayas. Lo ocurrido durante el Posclásico sería la exacerbación del carácter guerrero de las sociedades mesoamericanas, debido en parte a la gran competencia entre Estados muy poderosos y a las migraciones.
Las migraciones marcan la pauta del Posclásico Temprano. Se trataba de pueblos norteños que habían sido empujados hacia el sur, ya por el expansionismo de otros grupos beligerantes o por el desastre ecológico que ocasionó la caída de las culturas del Norte de Mesoamérica. A estos grupos se les conoce como chichimecas, un término recogido por los cronistas de Indias de sus informantes, y que equivale a bárbaro. La descripción de estos grupos como bárbaros no es muy adecuada, en tanto que, por principio de cuentas, muchos de ellos formaban parte de la esfera de influencia de Mesoamérica, y en última instancia, no constituían una unidad étnica.
Comalcalco en Tabasco única ciudad maya construida de ladrillo cocido.
Fueron muchos los grupos que llegaron a Mesoamérica durante este periodo. Entre ellos podemos contar a los tlahuicas, que ocuparon el valle de Morelos, y otros grupos de filiación nahua que se tomaron posesión de la cuenca lacustre de México y del valle poblano tlaxcalteca. Con ellos venía un grupo, comandado por Mixcóatl, que se asentó en Culhuacán y se mezcló con la población originaria, afín a la teotihuacana. Más tarde, el hijo de Mixcóatl, Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, partiría de Culhuacán hacia el norte, donde fundó Tula.
Los toltecas iniciaron un proceso de expansión, que los llevó a establecer relaciones con otros Estados importantes, que también buscaban el respaldo de Tula para legitimarse. Tal es el caso del efímero Estado mixteco de 8 Venado Garra de Jaguar, que tras derrotar a varios de los más importantes señoríos del siglo XI, forzó la unificación política de buena parte de la Mixteca bajo su persona. Para hacerlo, recurrió al prestigio de Tula como centro hegemónico, con el que estableció alianza. Sin embargo, 8 Venado fue asesinado y tras ello, la Mixteca entró en un proceso de desintegración. Más tarde, los mixtecos habrían de invadir el territorio tradicional de sus vecinos zapotecos, desplazándolos hacia el istmo de Tehuantepec, en el oriente.
El Castillo. Chichén Itzá. Cultura maya.
La relación entre el Estado tolteca y los reinos yucatecos ha desconcertado a los arqueólogos. El extraordinario parecido entre Tula y Chichén Itzá es el motivo de ello. Se ha sugerido que Tula colonizó la península de Yucatán; o que cuando la élite tolteca fue expulsada de la ciudad, sus vínculos con los itzáes (pueblo de filiación maya que vivía a la sazón en Campeche) les permitieron ocupar por la fuerza la ciudad de Chichén. En cualquiera de los dos casos, los recién llegados habrían decidido edificar una réplica de la antigua capital. La hipótesis contraria, sostenida por Piña Chan, convierte a Tula en una colonia y réplica de Chichén.
Sin embargo, es más plausible que el fenómeno de las ciudades gemelas separadas por cientos de kilómetros tenga una explicación similar a la ofrecida para el caso de la presencia teotihuacana en Tikal. Es muy probable que grupos migrantes, portadores de la cultura tolteca (o zuyuana, como la llaman López Austin y López Luján), se hayan instalado en Yucatán y hayan terminado por fundirse con los nativos y llegar a ocupar posiciones privilegiadas. Para legitimar su poder debieron recurrir a su antiguo vínculo con Tula, considerada la ciudad de Quetzalcóatl, y ello explicaría la presencia de ciertos rasgos típicos del Centro de México en las artes mayas de aquel tiempo.
La caída de Tula está relacionada con la misma inestabilidad política interna que había motivado su expansión. La ciudad fue semiabandonada, y muchos de sus pobladores huyeron hacia la cuenca lacustre de México, para asentarse nuevamente en al pie del Cerro de la Estrella. Al mismo tiempo, se producían nuevas migraciones, como la de los pipiles y nicaraos hacia Centroamérica, o la de los mexicas, hacia el centro de México.
Durante el periodo comprendido entre la caída tolteca (ca. 1100 d. C.) y la derrota de Azcapotzalco por Tenochtitlan (1430), hubo un vacío de poder, aprovechado por ciudades de menor envergadura que cobraron un nuevo y breve florecimiento. Entre ellas se cuenta Cholula, ciudad de añeja tradición y relacionada con el culto a Quetzalcóatl, y Culhuacán, que fue ocupada por refugiados toltecas.
A la llegada de los mexicas a la cuenca lacustre, la escena era dominada por los tepanecas de Azcapotzalco, pues Culhuacán había entrado en decadencia. Tras un periodo de constante cambios de residencia, se establecen en el islote de México, en territorio de Azcapotzalco. Sin embargo, establecieron una alianza con los culhuas, rivales de los tepanecas, a los que finalmente derrotaron en compañía de Texcoco y Tlacopan, coaligados en la Triple Alianza.
De esta manera, comenzó un periodo expansionista militar y comercial encabezado por los mexicas, que llegó a dominar casi toda Mesoamérica. El expansionismo estaba basado en la ideología religiosa de los mexicas, quienes se consideraban a sí mismos como hijos del Sol. En tanto que sus hijos, los mexicas tenían la obligación de proporcionar alimento a los dioses (sangre y corazones, que en la religión mesoamericana eran símbolos del tonalli o fuerza cósmica), por lo que emprendían guerras con la misión de capturar presos. Es por ello que permitieron la relativa independencia de Tlaxcala, de la que obtenían cautivos en las Guerras Floridas (Xochiyáotl) necesarios para el sacrificio ritual.
Además de Tlaxcala, permanecieron imbatibles Meztitlán, al norte; Teotitlán del Camino, al oriente; Yopitzinco, en la costa de Guerrero; el señorío mixteco de Tututepec y el reino zapoteca de Tehuantepec. Estos dos últimos se coaligaron y le propinaron al ejército mexica una memorable derrota en Guiengola. El tlatoani mexica, para evitar consecuencias más graves, decidió casar a su hija con el rey de los zapotecos, Cocijoeza.
Yácata de Tzintzuntzan. Cultura Purépecha.
Otro de los rivales imbatibles de los mexicas fue el Estado purépecha. Su formación comenzó alrededor del año 1450, como producto de la unión de un pueblo llegado del norte (los uacúsechas) con los pobladores nativos. Los purépechas tuvieron tres capitales sucesivas (Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan), ubicadas en las inmediaciones del lago de Pátzcuaro. Con el tiempo, la supremacía la conservó Tzintzuntzan. A partir de allí tuvo lugar el expansionismo de los purépechas, que los llevó a ocupar el actual estado de Michoacán y áreas circunvecinas. En su expansión hacia el oriente, se encontraron con los mexicas, con quienes se enfrentaron en varias ocasiones, y no pudo vencer un bando al otro definitivamente.
Reinos indígenas independientes al final del periodo posclasico mesoamericano.
Mientras tanto, en Yucatán, los itzáes habían sido expulsados de Chichén por los cocomes de Mayapán, con lo cual se rompió la alianza establecida entre estos reinos y Uxmal. Esta confederación es conocida con el nombre de Liga de Mayapán. Al disolverse, la península se vio envuelta en una cadena de guerras entre estados vecinos que disputaban el control político de la región. Ese fue el panorama que encontraron los españoles a su llegada a Mesoamérica en el año 1517.
ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA

Las expediciones que antecedieron a la conquista

En enero de 1516 murió Fernando el Católico y para entonces había transcurrido casi un cuarto de siglo desde los descubrimientos colombinos. Debido a la imposibilidad para gobernar de su hija Juana I, había nombrado en su testamento a su nieto Carlos I como su sucesor,pero antes de que éste asumiera el trono, el cardenal primado Francisco Jiménez de Cisneros ejerció brevemente la regencia de Castilla. En Nueva España ya se tenían noticias de que en el territorio ignoto había pueblos "muy ricos en oro y otros metales preciosos". Como medio para hacerse de esas riquezas, se proclamó una ley que autorizaba el rescate de oro con la cual se promovía que los españoles viajaran a América para comerciar con los nativos, dando de sus ganancias el 20% o «quinto del rey»[5] y a fin de lograr ese propósito y regular el comercio de las Indias Occidentales, se creó la Casa de Contratación en 1503. Esta fue controlada por el obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca, quien a su vez designó como tesorero a Sancho de Matienzo y como contador a Juan López de Recalde. A la muerte del gran cardenal Cisneros en octubre de 1517, recayeron los asuntos ultramarinos del rampante Imperio español en el obispo de Burgos.
Años antes, en 1514, el almirante y gobernador de las islas del mar Caribe Diego Colón y Moniz Perestrello había sido llamado a comparecer ante el rey Fernando el Católico por su mala administración. Por ello el cardenal Cisneros envió como sustitutos a los frailes jerónimos Luis de Figueroa, Bernardino de Manzanedo, Alonso de Santo Domingo, y Juan de Salvatierra a la isla La Española. Diego Velázquez de Cuéllar era el teniente de gobernador de la isla Fernandina (Cuba), residía en Baracoa y estaba supeditado a las órdenes, más de nombre que en realidad, de Diego Colón.
En Cuba, los españoles basaban su riqueza en las encomiendas y en la explotación de los nativos a quienes se les permitía esclavizar, pero debido a que la población nativa había sido diezmada por las campañas de conquista y las enfermedades, los colonos estaban ansiosos de conseguir nuevas oportunidades de medro. Fue así que tres amigos de Velázquez: Francisco Hernández de Córdoba, Lope Ochoa de Caicedo y Cristóbal de Morante se organizaron para comprar dos naos con la intención de viajar hacia occidente.El gobernador Diego Velázquez pagó un bergantín, consiguiendo también los permisos necesarios ante los frailes jerónimos para realizar la expedición, pues era requisito contar con su visto bueno. El objetivo del viaje fue encontrar esclavos,sobre todo en el caso del gobernador Velázquez, pero los que encabezaron las naves pretendían descubrir nuevas tierras para poblar y gobernar.Contrataron como piloto mayor a Antón de Alaminos, los pilotos auxiliares fueron Pedro Camacho de Triana y Juan Álvarez «el Manquillo» de Huelva; como capellán viajó fray Alonso González y como veedor Bernardo Iñíguez.El 8 de febrero de 1517 zarparon del puerto de Santiago tres embarcaciones con ciento diez hombres y navegaron por la banda norte de la isla de Cuba realizando diversas escalas. Al llegar a la punta de San Antón pretendieron poner rumbo hacia las Islas de la Bahía[ pero fueron sorprendidos por una tormenta en el canal de Yucatán, habiendo llegado los primeros días de marzo a la deshabitada Isla Mujeres. En dicho lugar encontraron diversas figurillas de mujeres desnudas dedicadas a la diosa maya de la fertilidad Ixchel. Posteriormente cruzaron hacia la costa norte de la península de Yucatán avistando Ekab, lugar que bautizaron como el «Gran Cairo». Fondearon las naves y los pobladores del lugar, con cara alegre y muestras de paz, se acercaron en canoas invitando a los recién llegados a tierra firme, diciendo (según la transliteración española original) «cones cotoch», «cones cotoch»; que significa: «andad acá a mis casas» (en realidad, parece que fueron recibidos con la expresión Maya Yucateca "koonex u otoch" donde otoch significa "pequeña casa/choza" ) motivo por el cual lo llamaron punta Catoche.Al día siguiente, 5 de marzo, los expedicionarios españoles aceptaron la invitación y al desembarco el capitán Hernández de Córdoba tomó posesión formal en nombre del rey de lo que él creía una isla a la que bautizó con el efímero nombre de Santa María de los Remedios. Terminado el protocolo, los expedicionarios siguieron a los mayas tierra adentro donde fueron emboscados. En la escaramuza que siguió, murieron dos españoles y quince nativos. Hernández dio la orden de regresar a las embarcaciones, no sin antes haber capturando a dos indígenas, a quienes más tarde apodaron Julianillo y Melchorejo.
Segunda expedición
Al año siguiente el gobernador organizó una segunda expedición recuperando las naos del primer viaje, y añadió una carabela y un bergantín. Nuevamente fueron como pilotos Alaminos, Camacho y Álvarez, a los que se sumó Pedro Arnés de Sopuerta como cuarto navegante.Velázquez designó a su sobrino Juan de Grijalva como capitán general y como capitanes de los otros navíos a Francisco de Montejo, Pedro de Alvarado y Alonso de Ávila, quienes se responsabilizaron de suministrar pertrechos y bastimentos a las embarcaciones.En el viaje participó Juan Díaz, quien además de desempeñarse como capellán, escribió el Itinerario de la armada. El veedor fue Peñalosa y el alférez general Bernardino Vázquez de Tapia. Hacia finales de enero de 1518 las embarcaciones zarparon de Santiago, navegaron por la banda norte haciendo escala en Matanzas, en donde completaron sus abastecimientos. El 8 de abril dejaron este puerto y llegaron a la isla de Cozumel el 3 de mayo. Por la fecha, Grijalva bautizó el lugar como Santa Cruz de la Puerta Latina.
Tercera expedición
Salida del puerto de Santiago, grabado de Van Beecq.
Sin haber recibido respuesta del nombramiento de adelantado, Diego de Velázquez organizó una tercera expedición. El gobernador consideró que su sobrino había fracasado en su misión y por tanto requería de un nuevo capitán. Después de ponderar sus opciones y a instancias de su secretario,Andrés de Duero, y el contador Amador Lares, optó por Hernán Cortés,quién entonces era alcalde de Santiago.
Ambos firmaron unas capitulaciones e instrucciones el día 23 de octubre de 1519. En los documentos que fueron redactados por Andrés de Duero, el preámbulo se contrapone a las 24 instrucciones.[Tales contradicciones fueron, y han sido a través de los siglos, el motivo principal de la controversia que surgió como resultado de la insurrección de Hernan Cortés.Diego de Velázquez firmó como adjunto del almirante y comandante en jefe Diego Colón y Moniz Perestrello, pues todavía no había recibido nombramiento por parte del rey de España. El gobernador de Cuba temía que desde La Española o Jamaica alguien más se adelantara en una empresa similar.
Se lograron reunir en total once embarcaciones. Tres aportadas por Diego de Velázquez, tres por Hernan Cortés y el resto por los capitanes que participaron en la expedición. Pero a última hora el gobernador cambió de opinión y decidió destituir a Cortés, enviando a Amador de Lares a la entrevista y por otra parte bloqueando el suministro de insumos. Cortés decidió marcharse de Santiago evadiendo las órdenes y avisando al contador Lares, quien transmitió las noticias al gobernador Velázquez. El día de los hechos éste se apersonó en el muelle para inquirir sobre la situación y Cortés, rodeado de sus hombres armados, lo interpeló «Perdonadme, pero todas estas cosas se pensaron antes de ordenarlas. ¿Cuáles son vuestras órdenes ahora?». Ante la evidente insubordinación Velázquez no respondió y los barcos zarparon de Santiago el 18 de noviembre de 1518 con dirección al occidente de la misma isla.Pararon en la banda sur del puerto de la Trinidad, durante casi tres meses se reclutaron soldados,asimismo se abastecieron de alimentos y de pertrechos.

 

La conquista española
A fines del siglo XV, España y Portugal inician viajes de exploración para poder establecer contacto directo con el Oriente. Los antecedentes para esta expansión se relacionan con el corte de las rutas de acceso a China, debido a la invasión de Constantinopla –centro de intercambio entre el Oriente y Europa-, por parte de los turcos otomanos.
Por otra parte España, el mismo año que Colón llegó a América, se unificaba en torno a la monarquía de los reyes católicos, quienes realizaban la unificación de los viejos reinos españoles.
Otro elemento a considerar es el nuevo espíritu que se respiraba en Europa, que revitalizaba la acción humana, dando valor a la iniciativa individual. Es lo que se ha llamado el espíritu renacentista.
El antiguo contacto con los árabes había implicado que la marina europea integrara a su práctica de navegación técnicas como el uso del timón, la vela arábiga y el uso de instrumentos de orientación, que ayudaron a los marineros a navegar mar adentro, perdiendo de vista la costa. Esto les permitió realizar viajes de mayor alcance.
Todos estos elementos integrados entre sí conformaron el contexto en el cual se desarrollaron los viajes y descubrimientos realizados por los portugueses y los españoles durante los siglos XV y XVI.
La creciente actividad comercial iniciada en Europa a partir del siglo XI, fortaleciendo los contactos entre Europa y Oriente, les permitió a estados como España y Portugal darse cuenta de la necesidad de buscar rutas alternativas para comerciar de manera directa.
De tal modo, comenzaron a explorar el océano Atlántico y es en este contexto que surge el primer viaje de Colón. Al alba del 12 de Octubre de 1492, el marinero Rodrigo de Triana observó por primera vez la figura de una de las tantas islas del Caribe, que conforman el continente americano. Este fue el punto de partida para que numerosos exploradores y aventureros se arriesgaran a nuevas empresas, motivados por el afán de fama y riqueza.
Cada nuevo territorio donde se establecían los españoles era una base para planificar una nueva expedición. Desde Panamá salió la expedición de Francisco Pizarro, quien conquistó Perú. A su vez, desde allí se planificó la expedición hacia el territorio Chileno.
Los costos de estas expediciones estaban a cargo de los conquistadores, pero se hacían en nombre de los reyes de España, quienes habían recibido estos territorios como una donación del Papa Alejandro VI, con el objetivo de conquistar y evangelizar a sus habitantes.
Los reyes establecían los territorios a conquistar por parte de cada expedición a través de documentos que recibían el nombre de capitulaciones. Estos acuerdos eran contratos legales, donde se establecían las obligaciones, derechos y deberes del conquistador y de los reyes.


DEL MEXICO INDEPENDIENTE AL MEXICO DEL PORFIRIATO
 
LA CONQUISTA ESPAÑOLA
La conquista española en tierras del actual Estado de México puede abordarse desde diferentes puntos de vista: la conducta de los indígenas hacia los extranjeros; el itinerario geográfico de Cortés y sus tropas, y meditar acerca de las actitudes políticas de conquistadores y conquistados. Los indígenas, especialmente el soberano de Tenochtitlan, mostraron actitudes contradictorias hacia los seres extraños provenientes del oriente y que arribaron a tierra firme en el año 1 ácatl-1519. Moctezuma II, el soberano tenochca, tuvo noticias por sus vigías y mensajeros de la presencia de naves y hombres extranjeros, animales y objetos que "vomitaban" lumbre y causaban muerte. Para descifrar esas apariciones, consultó a los hechiceros más famosos. Dos poblados del actual territorio mexiquense gozaron de fama entonces, por tener excelentes brujos: Malinalco y Chalco. Los malinalcas expresaron que la información en las pinturas, heredadas de sus antepasados, no coincidían con las descripciones presentadas a Moctezuma. Los de Chalco no hicieron declaraciones y se concretaron a observar y recibir a los enviados que llegaban a su territorio, entre ellos a los nigromantes más capaces enviados por el soberano de Tenochtitlan. El cronista chalca Chimalpahin relata escuetamente los primeros contactos de aquellos pueblos con los españoles; registró información sobre la crueldad con que éstos trataron a los prisioneros indios y los estragos causados por la epidemia de viruela. Los chalcas se constituyeron en aliados valiosos de los españoles, y uno de sus logros fue apoderarse del templo de Huitzilopochtli, en Tenochtitlan, hazaña no lograda por tlaxcaltecas ni por texcocanos. Los señores chalcas llegaron a reconocer la autoridad de Cortés y quisieron que él designara a los gobernantes de las cabeceras de esa provincia. Después de consumada la victoria hispana sobre el señorío mexica, los chalcas siguieron acompañándolos en las posteriores expediciones al norte; por ejemplo, a la guerra del Miztón, en la que intervino el señor de Tlalmanalco, don Francisco de Sandoval Acacitli, quien llevó un cuidadoso registro de la participación chalca en esa guerra. Para apreciar el estado cultural alcanzado por los indios al comienzo de la conquista española, parece que a menudo pecamos al parangonarlo con el de las tribus que hasta hoy han sabido sobrevivir, llevando una vida libre en extensas regiones selváticas. Pero cierto es, en cambio, que los indios antiguos, lejos de basar su sustento en la caza y la pesca exclusivamente y de llevar una vida nómada, en su mayoría habían logrado establecer su vida sedentaria, alimentándose de los frutos de la tierra labrada, tales como la papa, la batata, la yuca, la arracacha, el maíz, y el mijo quinoa, a tiempo que también conocían el cultivo del tabaco y del cacao. Imposible era todavía la ganadería, ramo tan importante en el desarrollo del viejo mundo, ya que todas las especies de nuestros animales domésticos faltaban en la Suramérica tropical, a la vez que el mundo de los mamíferos criollos no ofrecía reemplazo posible. Por otra parte, la explotación de la sal ya era conocida, aprovechándose al efecto tanto las aguas salinas como los yacimientos del mineral. También había maneras en uso para extraer el oro de los sedimentos fluviales, lo mismo que de los estratos de rocalla más antigua, y posiblemente también ya de los filones de cuarzo. Entre las obras manuales se destacan, fuera de la orfebrería, una alfarería bastante desarrollada y la hechura de vestidos de algodón. La existencia de un activo comercio de trueque entre las diferentes tribus se evidencia con el hecho de encontrarse tanto la piedra de sal como los productos de la orfebrería distribuídos en todo el país. Más todavía, comienzos de la organización de estados había en las altiplanicies, donde el desarrollo cultural era más notorio. Visto en su conjunto, creo no exagerar al apreciar el nivel cultural realizado por los indios colombianos hasta el comienzo de la conquista, igual al ostentado por los germanos en la época de César y Tácito.
mestizo.






https://www.youtube.com/watch?v=JVq0grhUAB0
MEXICO INDEPENDIENTE. MIGUEL GARCIA

conquista de mexico

martes, 27 de octubre de 2015

PREGUNTA DETONADORA Y SECUNDARIA




HISTORIA DE MÉXICO


¿QUE CARACTERISTICAS POLITICAS TENIA EL MEXICO INDEPENDIENTE  Y EL MEXICO EN LA ETAPA DEL PORFIRIATO?






¿EN LA POLITICA COMO SE ESTRUCTURABA MEXICO ANTES DE LA CONQUISTA?






¿QUE CAMBIOS HA TENIDO LA ESTRUCTURA POLITICA DE MEXICO DESDE LA COLONIA HASTA EL PERIODO DE BENITO JUAREZ?

 

DE LA CONQUISTA HASTA EL PERIODO DE SANTA ANA

https://www.youtube.com/watch?v=Lo6uKIsK-M0