ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA
Las expediciones que antecedieron a la conquista
En enero de 1516 murió Fernando el Católico y para entonces había transcurrido casi un cuarto de siglo desde los descubrimientos colombinos. Debido a la imposibilidad para gobernar de su hija Juana I, había nombrado en su testamento a su nieto Carlos I como su sucesor,pero antes de que éste asumiera el trono, el cardenal primado Francisco Jiménez de Cisneros ejerció brevemente la regencia de Castilla. En Nueva España ya se tenían noticias de que en el territorio ignoto había pueblos "muy ricos en oro y otros metales preciosos". Como medio para hacerse de esas riquezas, se proclamó una ley que autorizaba el rescate de oro con la cual se promovía que los españoles viajaran a América para comerciar con los nativos, dando de sus ganancias el 20% o «quinto del rey»[5] y a fin de lograr ese propósito y regular el comercio de las Indias Occidentales, se creó la Casa de Contratación en 1503. Esta fue controlada por el obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca, quien a su vez designó como tesorero a Sancho de Matienzo y como contador a Juan López de Recalde. A la muerte del gran cardenal Cisneros en octubre de 1517, recayeron los asuntos ultramarinos del rampante Imperio español en el obispo de Burgos.Años antes, en 1514, el almirante y gobernador de las islas del mar Caribe Diego Colón y Moniz Perestrello había sido llamado a comparecer ante el rey Fernando el Católico por su mala administración. Por ello el cardenal Cisneros envió como sustitutos a los frailes jerónimos Luis de Figueroa, Bernardino de Manzanedo, Alonso de Santo Domingo, y Juan de Salvatierra a la isla La Española. Diego Velázquez de Cuéllar era el teniente de gobernador de la isla Fernandina (Cuba), residía en Baracoa y estaba supeditado a las órdenes, más de nombre que en realidad, de Diego Colón.
En Cuba, los españoles basaban su riqueza en las encomiendas y en la explotación de los nativos a quienes se les permitía esclavizar, pero debido a que la población nativa había sido diezmada por las campañas de conquista y las enfermedades, los colonos estaban ansiosos de conseguir nuevas oportunidades de medro. Fue así que tres amigos de Velázquez: Francisco Hernández de Córdoba, Lope Ochoa de Caicedo y Cristóbal de Morante se organizaron para comprar dos naos con la intención de viajar hacia occidente.El gobernador Diego Velázquez pagó un bergantín, consiguiendo también los permisos necesarios ante los frailes jerónimos para realizar la expedición, pues era requisito contar con su visto bueno. El objetivo del viaje fue encontrar esclavos,sobre todo en el caso del gobernador Velázquez, pero los que encabezaron las naves pretendían descubrir nuevas tierras para poblar y gobernar.Contrataron como piloto mayor a Antón de Alaminos, los pilotos auxiliares fueron Pedro Camacho de Triana y Juan Álvarez «el Manquillo» de Huelva; como capellán viajó fray Alonso González y como veedor Bernardo Iñíguez.El 8 de febrero de 1517 zarparon del puerto de Santiago tres embarcaciones con ciento diez hombres y navegaron por la banda norte de la isla de Cuba realizando diversas escalas. Al llegar a la punta de San Antón pretendieron poner rumbo hacia las Islas de la Bahía[ pero fueron sorprendidos por una tormenta en el canal de Yucatán, habiendo llegado los primeros días de marzo a la deshabitada Isla Mujeres. En dicho lugar encontraron diversas figurillas de mujeres desnudas dedicadas a la diosa maya de la fertilidad Ixchel. Posteriormente cruzaron hacia la costa norte de la península de Yucatán avistando Ekab, lugar que bautizaron como el «Gran Cairo». Fondearon las naves y los pobladores del lugar, con cara alegre y muestras de paz, se acercaron en canoas invitando a los recién llegados a tierra firme, diciendo (según la transliteración española original) «cones cotoch», «cones cotoch»; que significa: «andad acá a mis casas» (en realidad, parece que fueron recibidos con la expresión Maya Yucateca "koonex u otoch" donde otoch significa "pequeña casa/choza" ) motivo por el cual lo llamaron punta Catoche.Al día siguiente, 5 de marzo, los expedicionarios españoles aceptaron la invitación y al desembarco el capitán Hernández de Córdoba tomó posesión formal en nombre del rey de lo que él creía una isla a la que bautizó con el efímero nombre de Santa María de los Remedios. Terminado el protocolo, los expedicionarios siguieron a los mayas tierra adentro donde fueron emboscados. En la escaramuza que siguió, murieron dos españoles y quince nativos. Hernández dio la orden de regresar a las embarcaciones, no sin antes haber capturando a dos indígenas, a quienes más tarde apodaron Julianillo y Melchorejo.
Segunda expedición
Al año siguiente el gobernador organizó una segunda expedición recuperando las naos del primer viaje, y añadió una carabela y un bergantín. Nuevamente fueron como pilotos Alaminos, Camacho y Álvarez, a los que se sumó Pedro Arnés de Sopuerta como cuarto navegante.Velázquez designó a su sobrino Juan de Grijalva como capitán general y como capitanes de los otros navíos a Francisco de Montejo, Pedro de Alvarado y Alonso de Ávila, quienes se responsabilizaron de suministrar pertrechos y bastimentos a las embarcaciones.En el viaje participó Juan Díaz, quien además de desempeñarse como capellán, escribió el Itinerario de la armada. El veedor fue Peñalosa y el alférez general Bernardino Vázquez de Tapia. Hacia finales de enero de 1518 las embarcaciones zarparon de Santiago, navegaron por la banda norte haciendo escala en Matanzas, en donde completaron sus abastecimientos. El 8 de abril dejaron este puerto y llegaron a la isla de Cozumel el 3 de mayo. Por la fecha, Grijalva bautizó el lugar como Santa Cruz de la Puerta Latina.Tercera expedición
Sin haber recibido respuesta del nombramiento de adelantado, Diego de Velázquez organizó una tercera expedición. El gobernador consideró que su sobrino había fracasado en su misión y por tanto requería de un nuevo capitán. Después de ponderar sus opciones y a instancias de su secretario,Andrés de Duero, y el contador Amador Lares, optó por Hernán Cortés,quién entonces era alcalde de Santiago.Ambos firmaron unas capitulaciones e instrucciones el día 23 de octubre de 1519. En los documentos que fueron redactados por Andrés de Duero, el preámbulo se contrapone a las 24 instrucciones.[Tales contradicciones fueron, y han sido a través de los siglos, el motivo principal de la controversia que surgió como resultado de la insurrección de Hernan Cortés.Diego de Velázquez firmó como adjunto del almirante y comandante en jefe Diego Colón y Moniz Perestrello, pues todavía no había recibido nombramiento por parte del rey de España. El gobernador de Cuba temía que desde La Española o Jamaica alguien más se adelantara en una empresa similar.
Se lograron reunir en total once embarcaciones. Tres aportadas por Diego de Velázquez, tres por Hernan Cortés y el resto por los capitanes que participaron en la expedición. Pero a última hora el gobernador cambió de opinión y decidió destituir a Cortés, enviando a Amador de Lares a la entrevista y por otra parte bloqueando el suministro de insumos. Cortés decidió marcharse de Santiago evadiendo las órdenes y avisando al contador Lares, quien transmitió las noticias al gobernador Velázquez. El día de los hechos éste se apersonó en el muelle para inquirir sobre la situación y Cortés, rodeado de sus hombres armados, lo interpeló «Perdonadme, pero todas estas cosas se pensaron antes de ordenarlas. ¿Cuáles son vuestras órdenes ahora?». Ante la evidente insubordinación Velázquez no respondió y los barcos zarparon de Santiago el 18 de noviembre de 1518 con dirección al occidente de la misma isla.Pararon en la banda sur del puerto de la Trinidad, durante casi tres meses se reclutaron soldados,asimismo se abastecieron de alimentos y de pertrechos.
La conquista española
A fines del siglo XV, España y Portugal inician viajes de exploración para poder establecer contacto directo con el Oriente. Los antecedentes para esta expansión se relacionan con el corte de las rutas de acceso a China, debido a la invasión de Constantinopla –centro de intercambio entre el Oriente y Europa-, por parte de los turcos otomanos.
Por otra parte España, el mismo año que Colón llegó a América, se unificaba en torno a la monarquía de los reyes católicos, quienes realizaban la unificación de los viejos reinos españoles.
Otro elemento a considerar es el nuevo espíritu que se respiraba en Europa, que revitalizaba la acción humana, dando valor a la iniciativa individual. Es lo que se ha llamado el espíritu renacentista.
El antiguo contacto con los árabes había implicado que la marina europea integrara a su práctica de navegación técnicas como el uso del timón, la vela arábiga y el uso de instrumentos de orientación, que ayudaron a los marineros a navegar mar adentro, perdiendo de vista la costa. Esto les permitió realizar viajes de mayor alcance.
Todos estos elementos integrados entre sí conformaron el contexto en el cual se desarrollaron los viajes y descubrimientos realizados por los portugueses y los españoles durante los siglos XV y XVI.
La creciente actividad comercial iniciada en Europa a partir del siglo XI, fortaleciendo los contactos entre Europa y Oriente, les permitió a estados como España y Portugal darse cuenta de la necesidad de buscar rutas alternativas para comerciar de manera directa.
De tal modo, comenzaron a explorar el océano Atlántico y es en este contexto que surge el primer viaje de Colón. Al alba del 12 de Octubre de 1492, el marinero Rodrigo de Triana observó por primera vez la figura de una de las tantas islas del Caribe, que conforman el continente americano. Este fue el punto de partida para que numerosos exploradores y aventureros se arriesgaran a nuevas empresas, motivados por el afán de fama y riqueza.
Cada nuevo territorio donde se establecían los españoles era una base para planificar una nueva expedición. Desde Panamá salió la expedición de Francisco Pizarro, quien conquistó Perú. A su vez, desde allí se planificó la expedición hacia el territorio Chileno.
Los costos de estas expediciones estaban a cargo de los conquistadores, pero se hacían en nombre de los reyes de España, quienes habían recibido estos territorios como una donación del Papa Alejandro VI, con el objetivo de conquistar y evangelizar a sus habitantes.
Los reyes establecían los territorios a conquistar por parte de cada expedición a través de documentos que recibían el nombre de capitulaciones. Estos acuerdos eran contratos legales, donde se establecían las obligaciones, derechos y deberes del conquistador y de los reyes.
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